COMO CUIDAR LA SALUD MENTAL EN TIEMPO DE PANDEMIA
Las personas con problemas de Salud Mental prexistentes pueden ser especialmente vulnerables en una emergencia sanitaria como que estamos atravesando.
Las afecciones de salud mental (como depresión, ansiedad, trastorno bipolar o esquizofrenia) afectan la manera de pensar, sentir y actuar de una persona de manera tal que influye sobre su capacidad para relacionarse y desempeñarse a diario.
Estas afecciones pueden ser situacionales (corto plazo) o crónicas (largo plazo). Las personas con problemas de salud mental preexistentes deben continuar con el tratamiento y estar atentas a la aparición de síntomas nuevos o al agravamiento de sus síntomas.
Si cree que tiene nuevos síntomas o se agravaron sus síntomas, llame a su psiquiatra de cabecera parta su atención médica.
La Salud Mental es una parte importante de nuestro bienestar y la salud en general.
Ante este emergencia por el covid-19 debemos seguir las recomendaciones de las autoridades de Salud y en caso de personas con tratamiento Psiquiátrico debemos de seguir la recomendaciones del medio tratante.
En el contexto de una emergencia sanitaria como la provocada por la pandemia de COVID-19, la Salud Mental adquiere una relevancia aún mayor, especialmente para aquellas personas que ya convivían con trastornos mentales antes de la crisis.
El aislamiento social, la incertidumbre, los cambios abruptos en la rutina diaria, la sobreexposición a noticias alarmantes y el temor al contagio pueden intensificar los síntomas existentes o desencadenar nuevas dificultades emocionales.
Las personas con diagnósticos previos de depresión, ansiedad, trastornos del estado de ánimo, trastornos psicóticos u otras afecciones de salud mental pueden experimentar un aumento del estrés, alteraciones del sueño, irritabilidad, dificultad para concentrarse o sentimientos persistentes de angustia.
Como puede ayudar la continuidad de los tratamientos psicológicos y psiquiátricos como la tele consulta?
Por este motivo, es fundamental mantener la continuidad de los tratamientos psicológicos y psiquiátricos, ya sea de forma presencial o mediante modalidades de atención a distancia, como la telemedicina. Asimismo, es importante reforzar hábitos saludables que contribuyan al bienestar emocional. Mantener horarios regulares de sueño, una alimentación equilibrada, realizar actividad física adaptada a las posibilidades de cada persona y conservar el contacto social a través de medios digitales puede ayudar a reducir el impacto negativo de la situación. Limitar el consumo excesivo de información y recurrir únicamente a fuentes oficiales y confiables también resulta clave para evitar la ansiedad innecesaria.
No dormir bien afecta nuestro cerebro y organismo?
Mantener horarios regulares de sueño, una alimentación equilibrada, realizar actividad física adaptada a las posibilidades de cada persona y conservar el contacto social a través de medios digitales puede ayudar a reducir el impacto negativo de la situación.
Limitar el consumo excesivo de información y recurrir únicamente a fuentes oficiales y confiables también resulta clave para evitar la ansiedad innecesaria.

Las redes de apoyo familiar y social cumplen un rol esencial en el acompañamiento de las personas con problemas de salud mental. Escuchar sin juzgar, mostrar comprensión y fomentar la búsqueda de ayuda profesional cuando sea necesario puede marcar una diferencia significativa.
Escuchar sin juzgar, mostrar comprensión y fomentar la búsqueda de ayuda profesional cuando sea necesario puede marcar una diferencia significativa.
En caso de detectar cambios importantes en el comportamiento, el estado de ánimo o el funcionamiento diario, se recomienda contactar de inmediato al profesional de salud tratante para una evaluación adecuada.
La Salud Mental debe ser entendida como un componente integral de la salud general. Durante esta emergencia sanitaria, seguir las recomendaciones de las autoridades de salud y respetar las indicaciones del equipo médico y psiquiátrico tratante es fundamental para proteger tanto la salud física como la emocional.
Cuidar la salud mental no solo mejora la calidad de vida individual, sino que también fortalece la capacidad de afrontar colectivamente situaciones de crisis, promoviendo la resiliencia y el bienestar a largo plazo

